Aspiramos a que las oficinas de nuestras fábricas sean un espacio más sostenible con la ayuda de trabajadores y contratas. Bajo el lema “La economía circular: Una responsabilidad de todos”, este proyecto iniciado en 2019 tiene como objetivo sensibilizar a todo el personal sobre la necesidad de contribuir a reducir, reciclar y reutilizar los residuos que se generan en el día a día.
Todos los trabajadores, incluidos las contratas, han participado en talleres de sensibilización sobre reciclaje y huella de carbono para aprender cómo contribuir desde su puesto de trabajo a la economía circular. Dónde arrojar una lata de refresco, qué hacer con las cápsulas del café o qué ocurre cuando estos residuos llegan a una planta de clasificación y tratamiento son algunas de las dudas que los empleados han podido resolver en estas formaciones.
Poster reciclado 02.
Poster Reciclado 01.
Poster reciclado 03.
Poster reciclado 04.
Poster reciclado 05.
Poster reciclado 06.
Poster reciclado 02.
Poster Reciclado 01.
Poster reciclado 03.
Poster reciclado 04.
Poster reciclado 05.
Poster reciclado 06.
¿Cómo funciona?
Para empezar, el personal dispone de una botella de aluminio con una función clave, que es acabar con los vasos y botellas de plástico que tradicionalmente se usan para beber agua.
Desechada toda esa cantidad de residuos, lo siguiente es separar correctamente cada uno de ellos y depositarlos en las papeleras correspondientes que estratégicamente se han colocado en todo el centro de trabajo, amarillas para envases y azules para el papel, mientras que el resto se arroja a la basura normal.
Para el papel, cada puesto de trabajo cuenta además con una bolsa azul para ir acumulando todo aquel papel que desechamos cada día y, una vez llena, es trabajo de cada uno vaciarla en las papeleras correspondientes.
Es un gran reto juntos para reciclar más y mejor con un objetivo común: que todos los kilos de residuos que logremos separar adecuadamente al cabo del año se traduzcan en una acción solidaria que destinaremos a la ONG que entre todos decidamos. Nadie puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo. La Economía circular: una responsabilidad de todos. ¡Vamos a dar el primer paso!
Más de seis veces su peso en basura genera al año una persona de unos 70 kilos, contando comida desperdiciada, aparatos electrónicos, latas, envases de plástico, vidrio o papel. Esa cantidad al año se traduce en unas 200.000 toneladas de residuos domiciliarios sólo en Málaga capital y más de 21 millones de toneladas en toda España al cabo de un año. Pero la cifra es aún más alarmante si se extrapola al resto del mundo, en el que cada día se producen alrededor de 3,5 millones de toneladas de residuos y, que si no cambia la tendencia, aumentará hasta los seis millones de toneladas en 2025 y casi el doble en 2100.
Teniendo en cuenta que el 60% de la basura acaba en un vertedero y que los recursos naturales son limitados, urge la necesidad de parar este modelo de desarrollo y aprovechar los residuos para evitar efectos ambientales irreversibles en el planeta. Es precisamente lo que plantea la llamada economía circular frente a la economía lineal, que ha prevalecido hasta ahora y que consiste en extraer y transformar recursos naturales, producir con ellos productos y bienes, comercializarlos, consumirlos y desechar los residuos que generan, en la mayoría de los casos enterrándolos en los vertederos o quemándolos para producir energía porque en términos globales apenas se reciclan residuos.
¿En qué consiste entonces la economía circular? Pues en convertir los hasta ahora considerados residuos en nuevas materias primas y en proponer un modelo de sociedad que utilice y optimice los materiales y residuos dándoles una segunda vida con la idea de reducir estos últimos. Y para ello es fundamental cumplir la conocida como regla de las tres “R”:
Reducir. Al disminuir los residuos, ahorramos recursos naturales, agua y energía porque siempre el mejor residuo es el que no se produce.
Reutilizar. Dando un nuevo uso a los productos que lo permitan, preservamos los recursos naturales.
Reciclar. Aquellos productos que no permitan su reutilización deben ser depositados en los contenedores adecuados para facilitar su posterior gestión y reciclaje, así como para evitar saturar vertederos y contaminar las aguas.
Y a la pregunta de quién es la responsabilidad para conseguirlo, la respuesta es de todos. Es más, o lo hacemos todos o no funcionará porque la transformación debe ser global. Empresas, Gobiernos, organismos internacionales y cualquiera puede apostar por una nueva visión sobre el mundo, sus recursos y, sobre todo, la forma en que los usamos.
Separando adecuadamente los recursos que arrojamos en la basura, ayudamos a su posterior reciclaje.
Contenedor azul para papel y cartón
Se deben depositar:
Periódicos, revistas, cómics, cajas y embalajes de papel o cartón, libretas, cuadernos, folios, sobres, folletos publicitarios,...
No se deben depositar (deben ir al contenedor de restos):
Papeles sucios (papel higiénico, servilletas, envoltorios, bollería, etcétera), papel de calco, papel o cartón encerado y papel o cartón plastificado.
Contenedor amarillo para envases ligeros
Se deben depositar:
Envases metálicos como botes de bebida (cervezas, refrescos,..), latas de conserva, aerosoles (desodorantes, lacas,...), bandejas de aluminio para alimentos, tapaderas, chapas y latas de metal.
Envases tipo brick de leche, batidos, zumos,...
Envases de plástico, tales como botellas y botes de plásticos (agua, leche, zumos, champú, detergente,…), envases de productos lácteos (yogures, queso, mantequilla,...), bandejas y cajas de poliestireno o "corcho blanco", bolsas de plástico para alimentos (congelados, frutas, pan de molde,...), bolsas de aluminio para alimentos (infantiles, sopas, café,...), bolsas de tiendas y supermercados.
Envases y bandejas de productos de carnicería, charcutería, frutería, etcétera.
No se deben depositar:
Juguetes de plástico, peines y cepillos, bolígrafos o calculadoras.
Contenedor verde para envases de vidrio
Se deben depositar:
Botellas, botes, tarros y frascos de vidrio.
No se deben depositar (deben ir al contenedor de restos):
Vidrios de ventana, parabrisas de automóvil, espejos, bombillas, lozas y porcelanas.
Contenedor para el resto de los residuos
Se pueden depositar:
Materia orgánica: restos de verduras, frutas, pan, bollería, cereales, legumbres, frutos secos, pastas, carnes, embutidos, pescados, cáscaras de huevo, hojas, posos de café, etc.
Todos aquellos residuos que no hemos podido depositar en los demás contenedores.
Residuos urbanos especiales
Cada uno de los residuos urbanos especiales, como ropa, electrodomésticos pequeños, aceite doméstico usado, bombillas, radiografías, chatarra, escombros, pilas, medicamentos, tiene un sistema específico de recogida y tratamiento.
El depósito puede realizarse en los puntos limpios, fijos o móviles, ubicados en diferentes puntos de la ciudad. En el caso de muebles y enseres, antes de deshacerte de ellos consulta el día concreto de la semana establecido para la recogida de estos residuos en tu zona o ponte en contacto con tu ayuntamiento para coordinar su retirada, de forma que permanezcan en la vía pública la menor cantidad de tiempo posible.
Una persona genera 1,25 kilos de basura al día y que tira 50 kilos de envases al año.
Un 40% de la basura doméstica está compuesta de residuos orgánicos, que se pueden reciclar y retornar a la tierra en forma de humus para las plantas y cultivos.
De cada 100 kilos de basura orgánica se obtienen 30 kilos de compost.
Vidrio:
Por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorra una energía equivalente a 136 litros de petróleo.
Una cantidad de 3.000 botellas recicladas equivale a la reducción de 1.000 kilos de basuras.
Por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorran 130 kilos de combustible y 1.200 de materia prima.
La energía que se ahorra del reciclaje de una botella de vidrio puede iluminar una bombilla de 100 vatios durante cuatro horas.
Todas las botellas y tarros de vidrio se pueden reciclar. Pero otros tipos de vidrio, como las ventanas y las bombillas están fabricados mediante otros procesos y no se pueden combinar con la chatarra de vidrio de botella del cual se fabrican los recipientes comunes.
Una botella retornable puede desarrollar su ciclo de vida hasta 60 veces.
Globalmente se reciclan 80.000 toneladas de vidrio y se tiran 920.000 toneladas.
El reciclaje de vidrio ahorra un 20% de la contaminación atmosférica y un 50% de la contaminación de las aguas.
Papel y cartón:
Para producir una tonelada de cartón virgen hacen falta 14 troncos de árboles.
Con seis cartones de sopa reciclados se fabrica en un rollo de papel higiénico.
Con tres cajas de cereales reciclados se utilizan para fabricar una caja de zapatos.
El reciclado del papel disminuye el consumo de agua en un 86% y el de energía en un 65%.
Por cada folio que se recicla, se ahorra la energía equivalente al funcionamiento, durante una hora, de dos bombillas de bajo consumo de 20 vatios, que dan la misma luz que dos bombillas incadescentes de 100 vatios.
Al reciclar una tonelada de papel se salvan 17 árboles.
Si tan sólo 100.000 personas eliminaran sus nombres de los listados de publicorreo podríamos salvar 150.000 árboles cada año, y si lo hiciera un millón de personas podríamos salvar 1,5 millones de árboles.
Fabricar papel nuevo a partir del antiguo consume del 30 al 55% menos de energía que fabricar papel del árbol.
En España se consume un promedio de 170 kilos de papel al año por persona, y se recicla cerca del 60%.
Plásticos:
Se calcula que un millón de aves y 100.000 tortugas mueren cada año de hambre, debido a la ingestión de bolsas de plástico que bloquean sus conductos digestivos.
Sólo se recicla el 1% de las bolsas de plástico en todo el mundo.
Una bolsa de plástico tiene un tiempo de uso medio de entre 12 y 20 minutos, en cambio, puede tardar entre 15 a 1.000 años para degradarse.
Con 15 botellas de plástico transparentes reciclados se fabrica un forro polar.
Con 15 botellas de plástico de leche se fabrica un aspersor.
Por cada botella que se recicla se ahorra la energía necesaria para tener un televisor encendido durante tres horas o la energía que necesitan cinco lámparas de bajo consumo de 20 vatios durante cuatro horas.
Los envases de plástico tardan en bio-degradarse 150 años.
Recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo.
Los españoles consumimos 250 bolsas de plástico por habitante y por año y sólo se recicla el 11%.
El 20% de la basura recogida de las playas son bolsas.
Metales:
El aluminio que se dispersa por el medio permanece un mínimo de 500 años como residuo.
Con ocho botes de conserva de lata reciclados se fabrica una olla.
Con cinco latas de aluminio recicladas se fabrica un aerosol.
Nueve latas de conserva se reciclan en una bola de petanca.
Con 550 latas de aluminio recicladas se convierten en una silla.
Con la energía necesaria para fabricar una lata de refrescos de aluminio, se podría tener funcionando un televisor durante dos horas.
Fabricar aluminio a partir de aluminio reciclado requiere el 90% menos de energía que hacerlo a partir del mineral.
Cada persona tira al año alrededor de 13 kilos de latas de aluminio y hojalata, lo que supone más de seis millones de latas, con las que se podría llenar 17.500 camiones de 30 toneladas.
Unas15.000 toneladas de aluminio acaban cada año en las basuras domésticas.
Pilas y baterías:
De cada 100 pilas, sólo una quincena se recoge selectivamente y menos de una es reciclada.
En Europa, el 45% de las pilas acaba en los vertederos y las incineradoras.
El mercurio de una pila botón puede contaminar 600.000 litros de agua, es decir el equivalente al agua que necesita un pueblo de 3.000 habitantes en un año o una familia de cuatro personas durante toda una vida.
El 80 % del mercurio de las basuras proviene de las pilas, lo que equivale a unas cinco toneladas por año.
Las pilas alcalinas contienen menos mercurio, pero alcanzan a contaminar 175.000 litros de agua.
Aceites y petróleo:
Un litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua.
Un miligramo de petróleo varía el sabor y olor de un litro de agua potable.
Algunos expertos calculan que el 40% de la contaminación de los ríos y lagos procede del aceite usado de motor.
Un solo litro de petróleo puede crear una mancha de una hectárea.
Otros:
En España se producen más de 509 millones de cigarrillos, donde la mayoría de sus correspondientes colillas acaban ensuciando las calles.
En Europa se tiran 235 millones de portátiles al año, de los cuales sólo se reciclan menos de un 10%.
Cada año 30 millones de árboles son talados en el planeta para la fabricación de pañales de un solo uso, que pueden tardar hasta 500 años en descomponerse.
Al inodoro van a parar casi 200.000 toneladas de papel higiénico, millones de compresas y tampones y diferentes tipos de productos de usar y tirar, así como aceites y otros líquidos contaminantes.
Por cada grado que se baja el termostato se ahorra entre un 5% y un 8% de electricidad.
El consumo de energía de las familias representa hasta el 30% del consumo energético del país. De esa cifra, un 18% corresponde a la vivienda y un 12% al uso del coche.
