Museum Cemento Rezola de Añorga inaugura una muestra del arquitecto donostiarra Joaquín Montero
La muestra “Hiru aurrealde / Tres fachadas 1987-2014” podrá ser visitada hasta el 30 de marzo de 2019.
Museum Cemento Rezola de Añorga, propiedad de Cementos Rezola-HeidelbergCement Group, inauguró ayer por la tarde la exposición “Hiru aurrealde – Tres fachadas 1987-2014” del arquitecto donostiarra Joaquín Montero, que podrá ser visitada hasta el próximo 30 de marzo de 2019.Al acto de inauguración asistieron, entre otros, el viceconsejero de Cultura del Gobierno vasco, Joxean Muñoz; el concejal de Cultura del Ayto de San Sebastián, Jon Insausti; el Presidente de Honor de Cementos Rezola, José Mª Echarri; y el director del museo y de la fábrica, Antonio Nolasco. Asimismo acompañaron a Joaquín Montero el director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi; la presidenta del COAVN, Judich Ubarrenechea; el director de la Escuela de Arquitectura de Donostia (UPV-EHU), juan josé Arrizabalaga; el comisario de la bienal de Arquitectura de Donostia, Pedro Astigarraga; y la directora de Tabakalera, Edurne Ormazabal.
La muestra consta de 3 modelos de fachadas, concretamente las correspondientes a viviendas de promoción pública en Intxaurrondo, del año 1987; al Museo de la Ciencia de Kutxa, de 1998 y a la del pabellón San Lucas, en Toledo, de 2014. En el caso de las viviendas de Intxaurrondo, se trata de una muestra de austeridad y de exigencia funcional. La correspondiente al Museo de la Ciencia, es una adecuación a un edificio que ya estaba construido con ejecución tecnificada como expresión del nuevo uso del espacio museístico y, finalmente, en el caso del Pabellón San Lucas se trata de la incorporación a un ambiente histórico, de marcado carácter como el de Toledo, sin repetir sistemáticamente recursos de estilo, utilizando técnicas actuales.
La elección de los materiales y la técnica de ejecución, siempre actuales y de sencilla aplicación, han sido aspectos especialmente considerados en estas tres fachadas. En definitiva, se trata de situaciones diversas, tanto en lo funcional, formal como en lo económico, que requirieron aplicar soluciones absolutamente diversas.
Museum Cemento Rezola dedica en esta ocasión una exposición al arquitecto Joaquín Montero, y concretamente al análisis de estas tres fachadas de características técnicas distinguidas, como ejemplo de soluciones arquitectónicas, sobre rehabilitación, austeridad, exigencia funcional y uso de diferentes técnicas y materiales.
En constante colaboración con la Escuela Superior de Arquitectura de Donostia – San Sebastián (UPV), nace este proyecto expositivo, comisariado conjuntamente entre Joaquín Montero y K6 Gestión Cultural.
La Escuela simultáneamente dedicará una exposición antológica sobre la obra completa del arquitecto.
Joaquín Montero Basqueseaux nació en Donostia-San Sebastián en 1947 y cursó sus estudios de arquitectura en la Universidad de Navarra. Establece su estudio en la capital guipuzcoana en 1970 dedicando su actividad a proyectos de carácter diverso: centros escolares, parques urbanos, intervenciones en centros urbanos, parques tecnológicos, edificios, planificación, etc. A partir de 1986, Joaquín Montero establece una estrecha colaboración con Eduardo Chillida en proyectos de distinta índole que tienen como hilo conductor el museo Chillida-Leku. Proyecta pequeñas intervenciones urbanas para la instalación de esculturas en España, Francia, Suiza, Alemania, Inglaterra y Finlandia. Diseña las exposiciones antológicas de Miramar (San Sebastián), Rekalde (Bilbao) y Revillagigedo (Gijón) y la de pequeño formato de la Calcográfica (Madrid).
Museum Cemento Rezola, que en 2008 recibió el premio "Nivel" del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN), colabora también de forma activa con la Escuela de Arquitectura de la universidad pública vasca (UPV-EHU) en Donostia-San Sebastián. Asimismo, participa en programas dirigidos a estudiantes y al público infantil y juvenil, así como en proyectos de recuperación de la memoria y el patrimonio industrial ligados a la colonia de Añorga, que se formó y creció al calor de la fábrica cementera. De hecho, Museum Cemento Rezola ocupa el espacio que antaño fue la Escuela del barrio.
